¿Te vas a casar y quieres que tu ceremonia sea diferente y especial? ¡No te los pierdas, aquí te presento la ceremonia de la rosa!

 

Queda lejos la tradicional ceremonia civil en la que te leían tus derechos y te declaraban como marido y mujer casi sin darte cuenta. Hoy día, cada vez más parejas se deciden por realizar una ceremonia especial con la que emocionar y sorprender a todos sus invitados. Si tú también quieres hacerlo, escribe unas bonitas palabras para tu pareja e inspírate en este rito:

Ceremonia de la rosa:

Sin duda una de mis preferidas por su simbolismo, una rosa roja que representa el amor, es la ceremonia de la rosa.

Este rito consiste en que los novios se intercambian una rosa como muestra de su afecto. El color más común es el rojo, que representa la pasión, o el blanco, que simboliza un amor puro, y cada año, la pareja renovará sus votos haciéndole entrega de una nueva rosa.

Las rosas estarán colocadas en un jarrón en el altar y el oficiante leerá unas palabras antes de su intercambio. Podéis escribir vosotros mismos lo que para ambos simboliza esta preciosa flor, pero si quieres un guión, aquí te dejo el que mi marido y yo leímos en nuestra boda:

“(Nombre del novio) y (nombre de la novia), hoy somos testigos del profundo amor y respeto que sentís el uno por el otro y vuestro deseo de unir vuestras vidas sellando este compromiso. Desde ahora ambos tenéis el gran honor de ser propietarios del título más bonito que puede existir entre una pareja que se ama, el título de «marido» y «mujer». Ahora, ha llegado el momento de que os entreguéis el que será vuestro primer regalo, símbolo de vuestra unión, una rosa roja.

Desde la antigüedad la rosa se ha considerado un símbolo de amor, y regalar una rosa tenía solo un significado: “Te amo”. Por ese motivo no se me ocurre nada mejor que una sola rosa roja para vuestro primer regalo como marido y mujer.

Como sabéis, el amor es un camino plagado de ilusiones compartidas. No basta con poseerlo, hay que cuidarlo día tras día para que no se deteriore. Es como una flor, como la hermosa rosa que ambos sujetáis en vuestras manos, tan bella y espléndida como, a su vez, delicada y frágil.

Para que mantenga su belleza y frescura, debéis regarla y mimarla cada día con detalles, sonrisas, complicidad, cariño y confianza. Nunca permitáis que el sol la queme, el viento la quiebre o la lluvia la deteriore.

Pero no podemos olvidar que toda hermosa rosa posee algunas espinas. A veces, estas espinas aparecerán en vuestro camino interrumpiendo vuestra serenidad, intentando desviaros de vuestra senda. E incluso a veces deseéis huir temiendo acabar heridos. Pero no olvidéis nunca que esas espinas son las que, juntos, debéis limar con paciencia, comprensión, empatía y humildad, y sobre todo, utilizando vuestra más preciada y valiosa arma, el amor más puro y sincero que anida en vuestros corazones.

Ahora, (nombre de los novios), intercambiad vuestro primer regalo como marido y mujer. (Los novios intercambian la rosa mientras se dicen unas palabras).

En cierto modo parece que nada ha cambiado, que todo sigue igual. Hace un momento sosteníais una rosa roja en vuestras manos, y ahora vuestras manos siguen sosteniendo una rosa roja, sin embargo acabáis de entregar y recibir uno de los regalos más bonitos y valiosos de vuestra vida, que espero que nunca olvidéis, el regalo del amor verdadero y eterno.

(Nombre del novio) y (nombre de la novia), os pido un pequeño favor, cuando lleguéis a casa buscad juntos un bonito lugar dónde poner vuestras rosas. En cada aniversario de boda, cada uno de vosotros deberá poner allí una rosa como símbolo de la renovación de vuestros votos, y del amor que sentís el uno por el otro, amor que hoy os ha traído hasta aquí y que hará que vuestro matrimonio perdure para siempre.”

Espero que estas palabras os inspire y emocionéis a todos vuestros invitados como lo hicimos nosotros.

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